La presión arterial es un indicador clave de la salud del sistema cardiovascular. Se mide en milímetros de mercurio (MM Hg) y tiene dos valores: sistólico (durante la contracción cardíaca) y diastólica (en la fase de su relajación). La norma es la presión de 120/80 mm Hg. Pero como un aumento y una disminución en estos indicadores puede ser amenazante.
Alta presión: una amenaza tranquila
La hipertensión es una condición en la que la presión arterial aumenta a 140/90 mm Hg. Arte. y arriba. Esto puede suceder como resultado de enfermedades (corazones, riñones, sistema endocrino), y a través del estilo de vida: consumo excesivo de sal, alcohol, fumar, falta de actividad física, edad, estrés.
La insidiosidad de la hipertensión se encuentra en su curso asintomático. Es posible que una persona no sienta ningún cambio hasta que ocurra una crisis hipertensiva, un accidente cerebrovascular o un ataque cardíaco. En algunos casos, la hipertensión se manifiesta por mareos, dolor de cabeza, debilidad, sangrado de la nariz o visión difusa. Sin tratamiento, esta afección puede provocar discapacidad o muerte.
Baja presión: no tan seguro
La hipotensión se considera una presión por debajo de 90/60 mm Hg. Arte. Aunque a veces puede ser una norma individual, especialmente en personas jóvenes y delgadas, en muchos casos es una señal sobre el problema en el cuerpo.
Las causas de la hipotensión pueden ser la deshidratación, el embarazo, la enfermedad cardíaca, la pérdida significativa de la sangre, las infecciones, los trastornos endocrinos, la deficiencia de vitaminas y elementos traza, así como tomar ciertos medicamentos.
Los síntomas de hipotensión incluyen mareos, debilidad, náuseas, concentración reducida, visión borrosa e incluso desmayos. Esta condición es especialmente peligrosa en los ancianos, ya que puede causar caídas y lesiones graves, y en algunos casos shock o accidente cerebrovascular.
El control de la presión arterial es una parte integral de la atención médica. Si siente síntomas regularmente o tiene presión fuera de lo normal, es importante consultar a su médico. Tanto la hipertensión como la hipotensión pueden estropear la calidad de vida e incluso ponerla en peligro. El diagnóstico oportuno y la corrección del estilo de vida es el primer paso para prevenir complicaciones graves.