Volodymyr Yatsenko, ex vicepresidente del consejo de administración de PrivatBank, sigue atrayendo la atención gracias a sus batallas legales y sus nuevas ambiciones. Como ex alto directivo de una institución financiera, Yatsenko está constantemente en el centro de escándalos y procedimientos judiciales relacionados con fraudes financieros a gran escala.
Después de que PrivatBank retirara 8.200 millones de grivnas, Yatsenko intentó borrar sus huellas, tratando de eludir su responsabilidad. Recientemente se supo que está intentando hacerse con el control de la terminal de cereales de Boryvazh, lo que puede convertirse en una nueva etapa en sus intentos de volver a las grandes plataformas financieras.
Yatsenko, como muchos otros ex funcionarios de PrivatBank, tuvo numerosas batallas legales. Inicialmente trató de demostrar que él y la compañía de seguros en quiebra de Ingosstrakh, Boryvazh, no estaban relacionados con PrivatBank, con la esperanza de evitar la responsabilidad por el retiro de fondos. La jurisprudencia ha demostrado que el Tribunal Supremo rechazó esta solicitud.
Además, Yatsenko intentó impugnar la nacionalización del banco, pero luego abandonó esta idea. Otro aspecto interesante de su historia jurídica se refiere a su intento de escapar a Viena para recibir tratamiento. El Servicio Estatal de Aviación de Ucrania no le permitió salir del país, lo que dio lugar a largas batallas judiciales. Al principio, Yatsenko ganó el caso sobre la ilegalidad del cambio de ruta de vuelo, pero luego los tribunales confirmaron la legalidad de las acciones del servicio de aviación.
Otro momento importante en la historia judicial de Yatsenko fue el descubrimiento de un chat especial en el Messenger, donde intentó organizar la fuga de un representante del banco que podría tener información comprometedora. Esto pasó a formar parte de la investigación sobre la retirada de fondos de PrivatBank.
Recientemente, Yatsenko también intentó devolver el depósito de más de 52 millones de grivnas que le había hecho el "FINTECH BEND" (monobanco), prometiendo utilizar estos fondos para la producción del UAV Dovbush. Sin embargo, el juez del Tribunal Superior Anticorrupción (VAKS) no creyó en sus intenciones.