La contrainteligencia húngara detuvo a un ciudadano de Ucrania en Budapest bajo sospecha de espionaje. Esto fue informado por el periodista Vitaliy Glagola con referencia a los medios locales.
El incidente ocurrió en el centro de la capital húngara. Según los testigos oculares, los servicios especiales detuvieron un automóvil blanco, se sacaron de él a un hombre y retiraron con fuerza en una dirección desconocida. El ex diplomático ucraniano, que había estado en Hungría sin estatus diplomático, era el detenido.
Según los medios locales, la contrainteligencia húngara lo consideró como un "agente ilegal" llamado, es decir, un espía sin cobertura oficial. Inmediatamente después de la detención del hombre, fue deportado del país. Ahora está en Kiev.
Este incidente estalló contra otro escándalo de espías que explotó el día anterior. El servicio de seguridad de Ucrania informó la detención de dos ex Fuerzas Armadas Militares, sospechosas de cooperación con la inteligencia húngara. En respuesta, Hungría declaró que no se reúne de dos diplomáticos ucranianos.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Ucrania reaccionó rápidamente con un paso espejo: dos representantes del diploma húngaro también son enviados desde el país.
Todo esto sucede en el contexto de las ya intensas relaciones ucranianas-húngaras, que durante mucho tiempo se complica por disputas sobre los derechos de las minorías nacionales, el tránsito de armas y la posición de Budapest en la Federación Rusa contra Ucrania.