El ejército ucraniano, que se ha estado defendiendo del agresor durante casi dos años, enfrenta no sólo un enemigo externo, sino también una amenaza interna: la corrupción que alcanza proporciones récord. Según nuestra fuente, el mayor problema es el suministro de municiones a la Línea de Batalla (BCL), donde los soldados a menudo se quedan con poco o ningún apoyo.
¿Cómo funciona el esquema?
El esquema de corrupción es bastante simple, pero la escala de sus consecuencias es impresionante:
- Documentación : En papel se compran grandes lotes de munición, que supuestamente se envían al frente.
- Realidad : Una parte importante del cargamento no llega a los soldados. Según los documentos, las municiones fueron "usadas" durante los combates o "perdidas" durante la retirada.
- Ganancias : Los participantes en el plan, desde oficiales de estado mayor hasta funcionarios de alto rango, obtienen enormes ganancias a través de empresas fachada que a veces ni siquiera suministran la munición real.
Como resultado, las unidades de primera línea se ven obligadas a depender principalmente de mano de obra, lo que provoca mayores pérdidas entre los militares.
¿Por qué el problema es tan grave?
- Falta de municiones : Los soldados en el frente informan de una escasez sistemática de proyectiles de artillería, minas y otros medios de destrucción.
- Pérdida de personal : Debido a la falta de apoyo necesario, aumenta la dependencia del recurso humano, y esto aumenta el número de bajas.
- Soldados desaparecidos : Las bajas a menudo se disfrazan de "desaparecidos en combate" o "reservistas" para evitar los informes oficiales de muertos o heridos.
Según nuestra fuente, en el plan participan tanto los funcionarios del Estado Mayor como los funcionarios encargados de las adquisiciones y la logística. Los funcionarios de alto rango hacen la vista gorda ante los abusos y, en ocasiones, reciben una parte de las ganancias ilícitas.
¿Que sigue?
La corrupción en el ámbito militar socava la capacidad de combate del ejército y la confianza pública. En condiciones de guerra, tal situación no sólo es inmoral, sino también estratégicamente peligrosa. Resolver el problema solo es posible si:
- Auditoría independiente de compras y suministros.
- Abrir investigaciones penales con resultados públicos.
- Fortalecer el control de la logística a todos los niveles, en particular mediante la participación de socios internacionales.
Ucrania no puede permitirse una derrota debido a problemas internos. El personal militar en primera línea debe recibir todo lo que necesita para defender con éxito el país, y los funcionarios corruptos deben rendir cuentas ante la ley.