Se destapó en Kiev un esquema fraudulento mediante el cual se destinaron fondos del presupuesto municipal a la mejora de los terraplenes cercanos a complejos residenciales privados. Según la Fiscalía General, funcionarios de la empresa municipal "Pleso" financiaron indebidamente las obras, que debían ser realizadas por la constructora. Las pérdidas ascienden a más de 130 millones de grivnas.
La investigación determinó que, según el acuerdo de inversión, la empresa privada que construyó el complejo residencial estaba obligada a equipar el malecón y realizar las fortificaciones costeras a su propio costo. En cambio, funcionarios de la empresa municipal Pleso incluyeron esta instalación en el Programa de Desarrollo Económico y Social de Kiev y financiaron la obra con fondos públicos.
Las fotografías difundidas por la fiscalía muestran el malecón del puerto de Rusanivska en la calle Yevhen Malanyuk. La empresa promotora principal del complejo es Kovalska, pero parte de los edificios están siendo construidos por Miskbudinvest, la misma empresa que ganó la licitación de la Empresa Comunal de Pleso para la construcción de fortificaciones costeras en esta zona en 2018.
Como resultado, el promotor no solo evitó costes, sino que además obtuvo beneficios al crear infraestructuras para su propio complejo residencial a expensas de la ciudad.
Según datos periodísticos, un esquema similar se aplicó también en otros proyectos de infraestructura. La empresa municipal "Pleso" financió la construcción de embalses junto al complejo residencial "Lebediny", a cargo de las empresas Perfect Group e Intergal-Bud, así como el complejo residencial "Riviera" en Osokorki, construido por Status Group. En cada caso, la empresa municipal invirtió decenas de millones de grivnas en la mejora de terrenos que, tras la finalización de las obras, se convirtieron de facto en zonas privadas.
En concreto, se gastaron más de 250 millones de grivnas cerca del complejo residencial Lebedynyi durante tres años, y casi 48,5 millones cerca de la Riviera. Se suponía que todas las zonas debían estar abiertas a los residentes de Kiev, pero el acceso a ellas está restringido a los residentes de los complejos.
Por ley, las zonas aledañas a los cuerpos de agua deben permanecer abiertas. El Código de Aguas de Ucrania prohíbe restringir el acceso de los ciudadanos a las franjas costeras, con excepción de las instalaciones especiales, como las militares o de ingeniería hidráulica. Sin embargo, como señalan los abogados, las autoridades de la capital no tienen prisa por iniciar acciones legales para devolver los diques a la ciudad.

