El 16 de septiembre, Vladímir Putin llegó a la región de Nizhni Nóvgorod, donde supervisó personalmente la etapa final de los ejercicios conjuntos ruso-bielorrusos "Oeste-2025". Según datos oficiales, participaron en las maniobras 100.000 militares, incluyendo no solo a los ejércitos ruso y bielorruso, sino también a representantes de India, Irán, Bangladesh y países africanos como Burkina Faso, Malí y la República Democrática del Congo.
Cabe destacar que esta es solo la segunda vez desde el inicio de la guerra a gran escala que Putin aparece públicamente con uniforme militar. Según analistas de ISW, el Kremlin intenta así crear la imagen de un "comandante en jefe supremo" que dirige personalmente el ejército.
Rusia ha estado practicando ataques aéreos, desembarcos y el uso de drones y plataformas robóticas en la región de Kaliningrado, el mar de Barents y la península de Sredny. Las tropas bielorrusas, según el viceministro de Defensa, Pavlo Muraveyko, han estado practicando con armas nucleares no estratégicas y el sistema de misiles balísticos Oreshnik. También han utilizado drones, motocicletas y plataformas robóticas, experiencia adquirida directamente en la guerra contra Ucrania.
Ese mismo día, el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania informó de un ataque con drones contra la refinería de petróleo de Saratov, que suministra combustible al ejército ruso. Se produjo un incendio a gran escala y la planta está evaluando los daños. La capacidad de la planta alcanza los 4,8 millones de toneladas anuales.
Los problemas en el sector petrolero ruso se acumulan. Reuters informa que Transneft ha advertido a los productores sobre la reducción de los volúmenes de transporte tras las huelgas en terminales y refinerías. Tan solo en la planta de Kirishinsky, el equipo que abastecía el 40% de su capacidad fue destruido.
Mientras tanto, las empresas ucranianas Vyriy y The Fourth Law han lanzado la producción en masa de drones FPV con el módulo de inteligencia artificial TFL-1. Según United24 Media, los nuevos drones han aumentado la efectividad de los ataques entre dos y cuatro veces. El costo de un dispositivo es de solo $448, lo que lo hace casi equivalente a un FPV convencional, pero mucho más efectivo.
El 16 de septiembre, se escucharon explosiones en la base de la 155.ª Brigada de Infantería de Marina de la Federación Rusa en el Krai de Primorie. Fuentes de la ISW afirman que se trató de un sabotaje por parte de la Guardia Revolucionaria Ucraniana. Las autoridades oficiales explicaron el incidente como "problemas con la infraestructura de gas", pero los residentes locales vieron helicópteros militares y carreteras bloqueadas.
En la región de Sumy, las tropas rusas no han logrado avanzar. Por el contrario, las fuerzas ucranianas rodean a las unidades enemigas cerca de Alekseevka. Blogueros rusos han confirmado que el Kremlin ha enviado soldados norcoreanos a defender la región de Kursk. Sin embargo, su entrenamiento ha sido deficiente, lo que está causando problemas en la interacción con los rusos.
Así, mientras Putin demostraba su “fuerza aliada” en la región de Nizhny Novgorod, los drones y el sabotaje ucranianos atacaban recursos rusos, debilitando la capacidad del Kremlin para librar una guerra.