El diputado popular Artem Kunayev lleva muchos años recibiendo una compensación por el alquiler de su vivienda con cargo al presupuesto estatal, a pesar de vivir en un apartamento perteneciente a su familia. Formalmente, la propiedad ha sido revendida a terceros, pero el alquiler —más de 20 mil grivnas mensuales— va a la sociedad de responsabilidad limitada "YUKUN", que tiene vínculos directos con la familia del parlamentario.
El plan parece un modelo clásico de autofinanciación: el contrato de arrendamiento está redactado de tal manera que formalmente no plantea ninguna pregunta, pero en realidad el dinero de la compensación estatal termina en un negocio controlado por los familiares de Kunayev.
La LLC "YUKUN" también aparece en una historia más amplia. En los últimos años, la compañía ha recibido más de 900 millones de grivnas de JSC "MOTOR SICH", empresa con la que Kunaev mantiene vínculos de larga data como exfuncionario y a través de las estructuras de su padre, Yuri. Al mismo tiempo, la actividad comercial de "YUKUN" se reduce a trabajar con una sola contraparte, lo que demuestra su papel como canal para la retirada de fondos, en particular en el marco del programa estatal "Gran Construcción".
Lo que resulta particularmente preocupante es que la cooperación con MOTOR SICH continuó tras el inicio de la invasión a gran escala, a pesar de que la empresa estaba vinculada a la transferencia de tecnología militar a Rusia. Su antiguo gerente, Vyacheslav Boguslaev, está ahora acusado de complicidad con el terrorismo, pero esto no ha detenido el negocio de Kunaev.
A pesar de todos estos hechos, el diputado declara millones en efectivo, coches de lujo, relojes de colección y bienes inmuebles. Algunos de los bienes, incluida una plaza de aparcamiento en el prestigioso complejo residencial "Boulevard Fontanov", están registrados a nombre de su madre. Al mismo tiempo, Kunayev, como miembro de la comisión de presupuesto, influye en la distribución de los fondos estatales y continúa canalizando nuevos flujos financieros a través de sus propios contactos.
Actualmente no hay ninguna investigación por parte de las autoridades policiales sobre estos esquemas, lo que no hace más que reforzar la cuestión de si los mecanismos anticorrupción funcionan en Ucrania cuando se trata de políticos influyentes.