El juez del Tribunal del Distrito de Lychakiv de Lviv, Volodymyr Marmash, se encontró en el centro de un escándalo debido al desprecio sistemático de las normas de derecho y de los hechos que indican su posible participación en esquemas de corrupción organizada.
Según fuentes, la mayoría de las peticiones de los detectives del Departamento Territorial de la Oficina de Ética de la Judicatura (BEB) en la región de Lviv que llegaron a su despacho fueron atendidas automáticamente. Sin embargo, Marmash no tuvo en cuenta las quejas de ciudadanos y abogados sobre la inacción de la BEB. Esta selectividad genera dudas sobre la independencia e imparcialidad del juez.
El papel clave en este sistema lo desempeña el jefe de la Unidad Principal de Detectives del BEB, Oleksandr Tkachuk. Fue bajo su liderazgo, según los interlocutores, que las solicitudes se dirigieron sistemáticamente a Marmash. Los observadores creen que tal práctica es imposible sin la aprobación de la dirección del BEB en Kiev y, por lo tanto, tiene un carácter organizado y una cobertura política.
No menos reveladora es la situación del patrimonio de la familia del juez. Los ingresos de Marmash y su esposa, jueza del Tribunal de Distrito de Zaliznychny de Lviv, Ivanyuk, no corresponden a los gastos reales de la familia. En tan solo tres meses de 2024, Ivanyuk recibió más de 16 mil UAH en cuentas bancarias que no figuraban en la declaración. La pareja utilizaba apartamentos, casas y plazas de aparcamiento registrados a nombre de familiares, pero pagaba los servicios públicos con sus tarjetas bancarias. Esto indica el uso real de bienes no declarados.
Otro detalle relevante es la falta de ejecución de las decisiones judiciales relativas a las actividades de Marmash. Así, las resoluciones del Tribunal de Distrito de Halytskyi de Lviv, de 18 de junio de 2025, y del Tribunal de Distrito de Shevchenkivskyi de Kiev, de 11 de agosto de 2025, obligaron al SBU y al BEB a introducir los datos pertinentes en el ERDR. Sin embargo, esto no se hizo, lo que demuestra un sabotaje deliberado y da testimonio del alto nivel de protección del que gozaba el juez.
El caso de Marmash va mucho más allá de las violaciones personales. Se trata de un sistema donde jueces, fuerzas del orden y mecenas políticos forman un círculo vicioso de impunidad. Y la falta de reacción ante las decisiones judiciales pone en tela de juicio no solo la independencia de los funcionarios de Themis, sino también la propia eficacia del sistema judicial ucraniano.