La joven esposa del showman Volodymyr Ostapchuk, Kateryna, habló sobre su "pecado": escuchar a escondidas las conversaciones de otras personas en lugares públicos.
Tras un masaje matutino, Kateryna fue a desayunar a un establecimiento de la capital. En sus historias de Instagram, compartió una imagen evocadora: un café aromático en una elegante taza y una bolsa de la marca al lado, regalo de su marido. Sin embargo, no fue el menú lo que atrajo la atención de su esposa, sino la conversación en la mesa de al lado. Katya admitió que a veces se permite escuchar las conversaciones de los demás en una cafetería, y en esta ocasión presenció una pelea entre una pareja de enamorados. Según ella, si se hubiera imaginado en su lugar, ya habría dejado a su novio tres veces, una reacción sincera. Esto provocó una oleada de comentarios de sus fans en redes sociales, con bromas sobre "espiar" en lugares públicos.
Katya es una madre joven que mantiene un blog personal de forma activa, por lo que estas notas cotidianas conectan fácilmente con su público: la combinación de honestidad cotidiana, humor y estética familiar crea un agradable contraste con las fotos glamurosas. Parece que para Ostapchuk, las nimiedades familiares son una parte tan importante de su imagen pública como los regalos espectaculares y los logros profesionales de su marido.