Tras la publicación de las llamadas "cintas de Mindich", que contienen información sobre posibles vínculos entre implicados en tramas de corrupción y representantes de las fuerzas del orden, la reacción de la Oficina Estatal de Investigación y la Fiscalía General fue prácticamente nula. Así lo informa el Centro Anticorrupción "BORDER".
Las grabaciones, que han sido objeto de debate público, contienen conversaciones que mencionan la influencia sobre las fuerzas del orden, posibles instrucciones ilegales y comunicaciones entre los implicados en las tramas y representantes de las estructuras estatales. Sin embargo, como demuestran los hechos, esta información no se convirtió en motivo de investigaciones oficiales ni de decisiones sobre el personal.
En particular, la Fiscalía General no registró ningún procedimiento penal en relación con la información divulgada en las grabaciones, ni inició una investigación interna. La Fiscalía tampoco se puso en contacto con la NABU ni con la SAPO para aclarar los detalles sobre el jefe de la Fiscalía mencionado en las grabaciones.
La postura del SBI no parece mejor. A pesar de la información sobre los estrechos vínculos de Ihor Myronyuk, implicado en el esquema "Rocket", con representantes del Buró, así como de los datos sobre sus posibles visitas a la institución y la recepción de información sobre el avance de las investigaciones, no se suspendió a los empleados. La agencia declaró que "desconoce de qué tipo de influencia se trata" y, al mismo tiempo, continúa "esclareciendo" los hechos mencionados en los registros.
Durante una reunión de la Comisión Provisional de Investigación, representantes de la Oficina Estatal de Investigación informaron que siete investigadores habían participado en la verificación de la posible ejecución de instrucciones ilegales. Sin embargo, no se tomaron decisiones ni se impusieron consecuencias específicas.
Detalles importantes de las grabaciones indican que miembros de la organización criminal recopilaron información tanto sobre líderes de la NABU como sobre detectives comunes. Estos informes revelan la caligrafía de las fuerzas del orden, lo que podría constituir un motivo importante para investigaciones inmediatas.
En cambio, ambas agencias ignoraron de facto datos que potencialmente indicaban interferencia en el trabajo de los organismos encargados de hacer cumplir la ley y posibles abusos sistémicos.

