El exceso de grasa alrededor de la cintura, indicado por una alta relación cintura-cadera (RCC), se asocia con peores resultados en las pruebas cognitivas y un mayor riesgo de deterioro de la atención y la memoria en mujeres posmenopáusicas recientes, según un estudio publicado en la revista Menopause.
Un nuevo estudio del ensayo KEEPS-Cog (parte del estudio Kronos de prevención temprana del estrógeno) descubrió que las mujeres con índices cintura-cadera más altos al inicio del estudio obtuvieron peores resultados en varios dominios cognitivos en comparación con las participantes con índices cintura-cadera más bajos, incluso entre mujeres con un peso corporal general normal.
En concreto, el análisis reveló que un índice cintura-cadera (ICC) basal elevado se asoció con un deterioro posterior en un dominio cognitivo —la atención visual y la función ejecutiva— durante los cuatro años de seguimiento. Otros dominios de la memoria y el pensamiento mostraron una dinámica menos pronunciada o inconsistente en relación con el ICC.
Según los autores y las fuentes consultadas, el mecanismo de esta asociación probablemente se relaciona con la grasa visceral (interna), que se acumula alrededor de los órganos y produce citocinas proinflamatorias, además de reducir la sensibilidad a la insulina; factores que contribuyen a la inflamación crónica y a los trastornos metabólicos. La disminución de los niveles de estrógeno tras la menopausia exacerba estos procesos, ya que el estrógeno tiene efectos neuroprotectores e influye en la regulación del metabolismo.
Los investigadores también analizaron si la terapia de reemplazo hormonal (oral o transdérmica) modificaba esta asociación y descubrieron que dicha terapia no protegía significativamente contra los efectos negativos de la obesidad central sobre el rendimiento cognitivo en este grupo de mujeres. Esto sugiere que un índice cintura-cadera elevado sigue siendo un factor de riesgo, independientemente del uso de hormonas, en mujeres posmenopáusicas recientes.
Los expertos destacan la importancia práctica de estos hallazgos: prevenir la acumulación de grasa visceral antes de la menopausia —mediante el control de la dieta, la actividad física regular y la reducción de los factores de riesgo de enfermedades metabólicas— puede ayudar a disminuir la probabilidad de un deterioro cognitivo futuro. En un comunicado de prensa de la Sociedad de Menopausia, los autores solicitan que se investiguen los efectos del control de la obesidad abdominal en la salud cerebral de las mujeres en la menopausia temprana.

