Serhiy Rozumny, exdirector del Instituto de Investigación Forense de Dnipropetrovsk, recibió oficialmente alrededor de 50 mil grivnas al mes en 2024. Sin embargo, su familia posee dos apartamentos en Kiev valorados en más de 5 millones de grivnas, varias propiedades inmobiliarias en diferentes regiones de Ucrania, una colección de relojes Rolex suizos valorada en más de 125 mil euros, un Porsche Cayenne 2024 nuevo y millones de grivnas en efectivo. Esta riqueza no corresponde a los ingresos oficiales y levanta sospechas de enriquecimiento ilícito.
Rozumny fue nombrado director del instituto sin concurso y convirtió una institución estatal, que debía registrar las pérdidas causadas por la agresión rusa, en un instrumento de enriquecimiento personal. Bajo su liderazgo, se retrasaron deliberadamente los exámenes forenses, se obstaculizaron las investigaciones y se priorizó el encargo con fines comerciales.
A través de personas jurídicas y físicas controladas, en particular la ONG "Iniciativa Pública para Decisiones Inteligentes", se retiraron y blanquearon fondos presupuestarios mediante transacciones ficticias y su conversión en efectivo. Esta actividad se llevó a cabo con el consentimiento tácito de la dirección del Ministerio de Justicia y la NACP, que aún no han respondido a las señales sobre la inconsistencia de los ingresos y bienes declarados.
La falta de un control adecuado pone en duda la eficacia de los organismos anticorrupción y su capacidad para combatir la impunidad burocrática, creando riesgos para el presupuesto estatal y la confianza pública.