¿Estás seguro de que la música que escuchas en tus auriculares fue creada por un ser humano, no por una inteligencia artificial? En 2025, esta pregunta cobra más relevancia que nunca: los éxitos creados por IA ya no son raros y suelen ocupar puestos en las listas de éxitos, aunque los oyentes no lo noten.
Los estudios demuestran que el 97 % de las personas no pueden distinguir la música creada por IA de la obra de un artista en vivo. Esto preocupa a los músicos profesionales, ya que las pistas artificiales podrían reemplazar la creatividad en vivo. Algunos artistas, como Paul McCartney, se oponen a usar sus propias canciones para entrenar a la IA a generar nuevas composiciones.
En Ucrania, un ejemplo de un éxito popular de IA es la canción "Tuman tanzyuje po zemli lendolno" (La niebla baila lentamente sobre la tierra), que ha acumulado más de 17 millones de visualizaciones en YouTube. Los oyentes la comentan y apoyan activamente, a pesar de que su voz es completamente sintetizada. Otra famosa canción de IA, "Nich" de Amaya Roma, ha acumulado 34 millones de visualizaciones, y su origen plantea dudas: la canción está en ucraniano, pero posiblemente fue creada con la participación de rusos en Georgia.
Algunos músicos ucranianos combinan su propia creatividad con la IA. El rapero Marshroot (Mykhailo Tvortsov) escribió la letra y los arreglos de la canción "Perebolit" y creó las voces con la ayuda de IA por falta de tiempo. Según él, la IA ayuda, pero las emociones y la creatividad siguen siendo su aportación.
La popularidad de las pistas de IA se explica de forma sencilla: se adaptan a los éxitos habituales, repiten tendencias y ritmos que ya gustan a los oyentes. Como señala el comentarista musical Albert Tsukrenko, esto no representa la creación de un nuevo género, sino una forma rápida de conseguir una canción popular.
Señales de IA en la música: procesamiento de voz excesivamente perfecto, sonido plano, estelas y lagunas extrañas, monotonía tímbrica. Al mismo tiempo, los intérpretes en vivo añaden el "factor humano": improvisación, imperfección y emociones que un algoritmo no puede transmitir.
El auge de la IA no significa el fin de la música real. Artistas como Jerry Heil la ven como una oportunidad para un nuevo comienzo creativo. Bandas y productores ya están experimentando con la tecnología, añadiendo elementos innovadores a sus propias canciones, pero los conciertos en vivo y la interacción con el público siguen siendo indispensables.
La IA en la música acelera el proceso de producción y crea nuevos formatos, pero no reemplaza el alma humana. Quienes valoran las emociones, las historias y la voz auténtica de un artista siempre notarán la diferencia.

