A pesar de la guerra, los ucranianos siguen haciendo planes para el futuro, principalmente sobre cómo será la vida de sus hijos y qué profesiones les brindarán estabilidad en los próximos años. Los expertos enfatizan: el mercado laboral se está transformando rápidamente y la próxima década será un período de replanteamiento de muchas especialidades, pero la necesidad de competencias humanas no desaparecerá.
Es evidente que las especialidades militares y médicas seguirán siendo el centro de atención debido a la guerra en curso. Al mismo tiempo, los expertos predicen que Ucrania necesitará especialistas en informática, ingenieros, agrarios, ecologistas, arquitectos, químicos, microbiólogos y constructores. Las tendencias globales también están creando demanda de nuevas profesiones híbridas relacionadas con la energía verde, la ciberseguridad, la telemedicina o la ética de la inteligencia artificial. El mundo avanza hacia la digitalización, lo que inevitablemente requiere nuevas habilidades, pero no cancela las necesidades fundamentales de la economía.
La experta en RR.HH., Tatyana Pashkina, enfatiza que, junto con las profesiones del futuro, existen aquellas que ella llama "eternas". Según ella, los médicos, profesores e ingenieros difícilmente podrán ser reemplazados por completo por algoritmos. La IA puede cambiar las herramientas, pero no la esencia del trabajo, que se basa en la empatía, la responsabilidad o las soluciones técnicas complejas. Los profesores, por ejemplo, trabajarán en un nuevo formato: a distancia, con un mayor énfasis en el aprendizaje individual. Y las farmacias podrían automatizar parcialmente la venta de medicamentos, pero el control de los procesos seguirá estando en manos de las personas.
Pashkina predice que la transformación afectará principalmente a las profesiones del "medio dorado": abogados, contables, oficinistas y especialistas que realizan operaciones rutinarias con documentos o codificación. Será rentable automatizar trabajos sencillos, por lo que estas áreas se reducirán gradualmente. Los trabajadores tendrán que mejorar sus cualificaciones o trasladarse a sectores relacionados.
El ámbito creativo también está al borde del cambio. Pashkina señala que la profesión de creador está evolucionando: de una persona que crea contenido a un especialista que gestiona herramientas de IA. Pero, al mismo tiempo, cree que la sociedad ya está cansada del exceso de imágenes "ideales" de IA y busca cada vez más la autenticidad. Por lo tanto, es improbable que se produzca una sustitución completa de las profesiones creativas: las herramientas ayudarán, pero la gente volverá a buscar un producto vivo y real.
Al hablar de nuevas oportunidades, el experto destaca la tendencia demográfica mundial. La población mundial está envejeciendo, y este proceso afecta a Ucrania. Actualmente, la atención se centra en las personas mayores de 55 años, que conforman la llamada "economía plateada". La demanda de tecnologías para personas mayores, desde teléfonos inteligentes hasta hogares inteligentes y sistemas de atención geriátrica, está creando nuevos nichos profesionales. Esto significa que los productos y servicios del futuro estarán diseñados para un comportamiento de consumo diferente al actual.
En el polo opuesto se encuentra el desarrollo de la digitalización y la preservación de las profesiones artesanales. Pashkina enfatiza que la inteligencia artificial aún no es capaz de realizar trabajos complejos, intelectual o físicamente únicos, que requieren habilidad manual o alta precisión. Por lo tanto, ciertos nichos de trabajo manual, especialmente en el segmento de alta gama, permanecerán fuera de la zona de automatización durante muchos años.
El principal reto para las generaciones futuras no será la elección de profesión, sino la disposición a aprender con regularidad. El concepto de aprendizaje permanente, según el experto, está dejando de ser un término de moda para convertirse en una necesidad objetiva. El mercado laboral exigirá una actualización constante de habilidades, y cambiar de profesión varias veces a lo largo de la vida dejará de ser algo extraño. Las reencarnaciones profesionales se convertirán en algo habitual en la trayectoria profesional: una persona puede empezar como ingeniero, continuar en el ámbito creativo, pasar al aprendizaje automático y finalmente dominar el sector agrícola; esto no se percibirá como caos, sino como capacidad de adaptación.
Un factor adicional será el aumento de la esperanza de vida. Si las personas trabajan más tiempo en el futuro, es poco probable que permanezcan en una misma profesión durante 50 o 60 años. Para evitar el agotamiento profesional, tendrán que cambiar de sector. Por ello, la profesión de orientador vocacional también puede evolucionar y expandirse.
Pashkina concluye: la mayoría de las profesiones en las que trabajarán los niños hoy en día aún no existen. Por eso es importante que los padres no se limiten a recomendar un campo específico, sino que enseñen a sus hijos a pensar con flexibilidad, a ser capaces de adaptarse y a estar preparados para nuevos retos. El mundo cambia rápidamente, y la capacidad de aprender a lo largo de la vida se convertirá en la principal ventaja competitiva del futuro.

