Un ataque antisemita de gran repercusión tuvo lugar cerca de una sinagoga local en el distrito de Obolonskyi de Kiev. Al final del Shabat, un grupo de jóvenes se acercó al edificio de la comunidad religiosa, haciendo el saludo nazi y gritando consignas ofensivas. El incidente causó indignación en la comunidad judía y preocupación en la sociedad.
Uno de los creyentes, al observar la agresividad de los desconocidos, salió a su encuentro. Sin embargo, los atacantes, al notar su atuendo tradicional con kipá y tzitzit, lanzaron dos botes de gas lacrimógeno. La víctima sufrió quemaduras en los ojos y la piel, tras lo cual los atacantes huyeron rápidamente del lugar.
Representantes de la comunidad judía de Kiev afirmaron que el incidente no fue accidental. El día anterior, los mismos jóvenes ya se habían presentado cerca de la sinagoga, profiriendo comentarios antisemitas y haciendo el saludo nazi en presencia del rabino. La comunidad calificó lo sucedido como un "acto de odio cruel y planificado".
La policía ha iniciado una investigación y está identificando a los implicados en el ataque. Actualmente se está determinando la calificación jurídica del delito, que podría considerarse una violación del derecho a la libertad religiosa e incitación al odio. La comunidad insta a las fuerzas del orden a actuar con firmeza para evitar que incidentes como este se repitan.
El incidente en la sinagoga de Obolon ha causado preocupación no solo entre los creyentes, sino también en toda la sociedad, ya que estas manifestaciones de odio contradicen los valores de la tolerancia y el respeto. En tiempos de guerra, cuando los ucranianos defienden la unidad y la humanidad, cualquier acto de agresión por motivos religiosos se convierte en una señal particularmente peligrosa.