La casa n.° 429 de la calle Tsentralnaya en Borodyanka se convirtió en uno de los símbolos más dolorosos de la destrucción causada por la aviación rusa en marzo de 2022. Dos bombas aéreas destruyeron parte del rascacielos, cobrándose vidas y dejando a los residentes sin hogar. Sin embargo, el camino de la tragedia a la restauración se prolongó durante muchos años debido a obstáculos burocráticos, conflictos políticos y licitaciones sospechosas.
No fue hasta junio de 2025 que las autoridades anunciaron una nueva licitación para la reconstrucción del edificio, que había estado desatendido durante años. Los residentes han insistido en repetidas ocasiones en que las investigaciones y las demandas han bloqueado cualquier avance, y el propio edificio se ha convertido en un escenario de tramas de corrupción.
La primera licitación para la restauración la ganó una empresa con presencia rusa, lo que provocó una ola de indignación. Fue cancelada solo tras la intervención judicial. En total, se intentó encomendar proyectos de reconstrucción en ocho ocasiones, pero nunca se concretaron. Simultáneamente, la empresa LLC "BK Ukrbudmontazh-2014" recibió un anticipo de 1,16 millones de UAH para el desmantelamiento de las partes destruidas, pero los residentes afirman que durante mucho tiempo no se realizaron obras.
La nueva licitación de 2025 fue ganada por la empresa "Trust KMB-3", que ofreció restaurar la casa por 365 millones de UAH, 10 millones menos que otros participantes. El proyecto prevé restaurar la vivienda dentro del marco de las normas técnicas. Sin embargo, los residentes locales expresan desconfianza: temen que parte de las obras se realicen formalmente y que la adquisición de materiales y los contratos permanezcan en la opacidad.
Los residentes del edificio, que sobrevivieron a la ocupación, los bombardeos y los saqueos, exigen transparencia a las autoridades en cada etapa de la reconstrucción. Su principal exigencia es el control del uso de los fondos presupuestarios, la documentación de la licitación y la ejecución efectiva de las obras. Para ellos, el edificio n.º 429 no es solo una vivienda, sino también un símbolo de la lucha por la justicia, la transparencia y la restauración de la vida destruida por la guerra.