Los pacientes con cáncer de pulmón avanzado o melanoma que recibieron una vacuna de ARNm contra la COVID-19 en un periodo de 100 días antes o después del inicio de la inmunoterapia tuvieron una supervivencia significativamente mayor que quienes no se vacunaron. Así lo informa The Independent, citando un estudio pionero realizado por grupos de expertos estadounidenses. Los autores enfatizan que los resultados son preliminares y que se está preparando un ensayo aleatorizado.
En una cohorte de 180 pacientes con cáncer de pulmón avanzado, la mediana de supervivencia casi se duplicó (de 20,6 a 37,3 meses) entre quienes recibieron la vacuna de ARNm en los 100 días siguientes al inicio de la inmunoterapia. En el caso del melanoma metastásico (43 vacunados frente a 167 no vacunados), la mediana aumentó de 26,7 meses a aproximadamente 30-40 meses. Sin embargo, las vacunas contra la gripe o la neumonía, que no vacunas de ARNm, no mostraron un efecto similar.
Los investigadores plantean la hipótesis de un mecanismo inmunológico: la vacuna de ARNm actúa como un "flash" que redistribuye las células inmunitarias desde las zonas afectadas (tumor) a los centros inmunitarios (ganglios linfáticos), potenciando la respuesta a la inmunoterapia. El equipo está preparando un ensayo clínico aleatorizado para confirmar la conexión y descartar la influencia de factores externos.

