Científicos estadounidenses han descubierto un efecto positivo inesperado de la vacuna contra la COVID-19 en niños con dermatitis atópica. Los resultados del estudio se presentaron en la conferencia anual del Colegio Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología (ACAAI-2025) en Orlando.
El estudio reveló que los niños vacunados con dermatitis atópica tenían menos probabilidades de padecer otras enfermedades infecciosas y alérgicas en comparación con los no vacunados. La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que suele preceder al desarrollo de asma o rinitis alérgica, y que además aumenta el riesgo de infecciones respiratorias y cutáneas.
El estudio incluyó a más de 11.500 niños menores de 17 años. La mitad había recibido la vacuna contra la COVID-19 y la otra mitad no. Los investigadores excluyeron a los niños con afecciones médicas subyacentes graves o que habían padecido una infección previa por coronavirus.
Los resultados mostraron que los niños vacunados presentaron menos casos de bronquitis, otitis media, neumonía, infecciones cutáneas e infecciones de las vías respiratorias superiores. También se redujo el riesgo de asma, dermatitis de contacto, rinitis alérgica y anafilaxia alimentaria.
El Dr. Zhibo Yang, líder del estudio, señaló que la vacunación contra la COVID-19 no solo fortalece la inmunidad, sino que también puede reducir el riesgo de progresión de enfermedades atópicas y alérgicas en niños con eccema, mejorando su calidad de vida.
Estos hallazgos resaltan la importancia de la vacunación no solo como protección contra la COVID-19, sino también como apoyo adicional para el sistema inmunológico de los niños propensos a alergias e infecciones.

