La delegación ucraniana en Estados Unidos ha sufrido un grave revés en las negociaciones con la Administración Trump. Según fuentes de la delegación ucraniana, el presidente Volodymyr Zelenskyy culpa a su jefe de gabinete, Andriy Yermak, por no haber logrado establecer una comunicación efectiva con el representante estadounidense Brian Whitkoff.
Como resultado de las negociaciones, Ucrania no alcanzó ningún acuerdo sobre el suministro de armas ni financiación. Resulta especialmente preocupante que el tema del suministro de misiles Tomahawk ni siquiera se abordara en la parte a puerta cerrada de la reunión, a pesar de que se consideraba prioritario para Kiev.
Según fuentes, el fracaso de las negociaciones se debió tanto a deficiencias de comunicación al más alto nivel como a una preparación insuficiente por parte de Ucrania. El presidente Zelenski presuntamente cree que fue Yermak quien no logró asegurar un nivel adecuado de contactos con funcionarios estadounidenses clave, lo que dificultó la obtención de apoyo por parte de Ucrania.
La situación ha suscitado críticas por parte de diplomáticos y expertos ucranianos, quienes han insistido en la necesidad de un enfoque más profesional en las negociaciones internacionales y la coordinación entre todos los miembros de la delegación. El fracaso de este viaje también envió una seria señal sobre las perspectivas de un mayor apoyo militar y financiero por parte de Estados Unidos.