Los ucranianos que lleguen a Alemania después del 1 de abril de 2025 ya no tendrán acceso a las prestaciones sociales ampliadas que reciben los ciudadanos alemanes. Según informan medios alemanes, el gobierno ha aprobado una reforma que equipara a los refugiados ucranianos recién llegados con los solicitantes de asilo comunes, lo que implica automáticamente una reducción en el importe de las prestaciones.
Según Bild, los cambios se aplicarán a todos los ucranianos que entren en Alemania después del 1 de abril de 2025. Si anteriormente tenían un estatus especial, introducido después del inicio de la invasión a gran escala de la Federación Rusa, y podían recibir asistencia a nivel de apoyo básico para ciudadanos (Bürgergeld), en adelante se les aplicarán las normas estándar para solicitantes de asilo.
Según la publicación, la reforma fue acordada por el ministro del Interior, Alexander Dobrindt (CSU), y la ministra federal de Trabajo y Asuntos Sociales, Bärbel Bas (SPD), aboliendo de facto el régimen especial de apoyo a los ucranianos. No se ofrece ninguna compensación ni ayuda transitoria a este grupo de refugiados. Un alto cargo de la coalición explicó que la introducción de mecanismos de compensación adicionales generaría «demasiada burocracia».
Según medios alemanes, aproximadamente la mitad de los refugiados ucranianos en Alemania reciben actualmente asistencia ciudadana, si bien un número significativo de ellos tiene permiso para trabajar. Este estatus especial les proporciona un mayor nivel de apoyo social en comparación con otros grupos de refugiados, que están sujetos a normas más estrictas y a prestaciones más bajas.
Según el acuerdo de coalición entre el SPD y el bloque CDU/CSU, los ucranianos que lleguen a Alemania a partir del 1 de abril de 2025 solo podrán contar con la misma ayuda que reciben los solicitantes de asilo ordinarios. Esto supone aproximadamente 110 euros menos al mes por adulto que los que reciben actualmente los ucranianos con estatus especial.
Al mismo tiempo, uno de los cambios clave que se destacan en Berlín es la preservación del acceso inmediato al mercado laboral para los ucranianos. Esto significa que los recién llegados podrán trabajar de inmediato sin la larga espera para obtener un permiso, como suele ocurrir con otras categorías de refugiados. Las autoridades esperan que, de esta manera, algunos ucranianos puedan integrarse más rápidamente a la economía y compensar la reducción de las prestaciones sociales mediante los ingresos laborales.
Los críticos de la reforma afirman que los recortes afectarán con mayor dureza a los más vulnerables: padres y madres solteros/as, personas mayores y quienes no pueden encontrar trabajo de inmediato por motivos físicos. Sus defensores argumentan que la reforma busca «igualar las condiciones» para todos los grupos de refugiados y aliviar la carga del sistema social alemán.
La forma exacta en que la reforma afectará al número de nuevos refugiados ucranianos que elegirán Alemania como país de protección temporal quedará clara una vez que los cambios entren en vigor en 2025.

