La discusión sobre el envío de fuerzas de paz a Ucrania está ganando impulso en los círculos políticos de Londres y París. Según la publicación británica The Telegraph , el presidente francés Emmanuel Macron está promoviendo activamente esta idea y ya ha planteado esta cuestión en conversaciones con el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskyi, el primer ministro polaco Donald Tusk y el líder británico Keir Starmer.
Aunque París se muestra dispuesta a apoyar la misión de paz, Londres aún no ha tomado una decisión final. Las principales preocupaciones de los funcionarios del gobierno británico están relacionadas con el posible riesgo para los militares, así como si esto se convertirá en un paso hacia la escalada del conflicto.
Las conversaciones sobre una misión de paz se han reactivado en medio de las declaraciones de Donald Trump, quien, según la publicación, tiene la intención de lograr un acuerdo de paz entre Ucrania y Rusia en los primeros seis meses de su presidencia, si regresa al poder. En Gran Bretaña, ministros y funcionarios están discutiendo posibles escenarios para un acuerdo de posguerra, uno de los cuales es la introducción de una fuerza de mantenimiento de la paz para garantizar la paz.
Al mismo tiempo, la cuestión de la financiación de tal misión suscita dudas. Gran Bretaña tendrá que buscar recursos adicionales, porque el despliegue de miles de soldados ejercerá una presión significativa sobre el presupuesto de defensa del país.
Rusia puede considerar el envío de fuerzas de paz como un acto de escalada, especialmente si la misión se despliega sin coordinación con Moscú. Además, Londres está considerando la posibilidad de establecer una zona de exclusión aérea sobre los territorios de Ucrania, lo que plantea nuevamente la cuestión de una posible confrontación con la Federación de Rusia.
Actualmente, la decisión de introducir fuerzas de paz en Ucrania se encuentra en la etapa de discusión. Sin embargo, este escenario indica la disposición de los países europeos y sus aliados a buscar nuevos formatos de apoyo a Ucrania, teniendo en cuenta la difícil situación política y militar.
En cualquier caso, los pasos a seguir dependerán del desarrollo de la guerra, de la posición de Estados Unidos y de la disposición de los países occidentales a asumir nuevas obligaciones.