En muchos países del mundo, el cáncer de tiroides está aumentando más rápidamente que la mayoría de los demás tipos de cáncer. Por ejemplo, en Estados Unidos, este tipo de cáncer ocupa el primer lugar en cuanto a incidencia creciente. Los médicos intentan averiguar qué se esconde tras esta misteriosa epidemia.
La glándula tiroides se encuentra en la base del cuello y produce hormonas que regulan la frecuencia cardíaca, la presión arterial, la temperatura corporal y el peso. El cáncer de tiroides se produce cuando las células de la glándula comienzan a dividirse sin control, formando un tumor que a veces se extiende a los tejidos cercanos y a otros órganos.
Según la base de datos SEER, de 1980 a 2016, el número de casos en Estados Unidos casi se triplicó: en hombres, de 2,39 a 7,54 por cada 100.000, en mujeres, de 6,15 a 21,28 por cada 100.000.
Una de las razones del aumento de la incidencia es un diagnóstico más preciso. Desde la década de 1980, los médicos han utilizado activamente la ecografía y la biopsia por aspiración con aguja fina para detectar tumores pequeños que antes eran invisibles en una exploración física rutinaria. Esto ha permitido la detección de pequeños tumores papilares, que rara vez suponen un riesgo para la vida, pero que ahora se incluyen en las estadísticas.
Al mismo tiempo, los investigadores señalan que el prediagnóstico no explica todo el aumento. En algunos países de ingresos medios sin programas de cribado masivo, también se registra un incremento de la incidencia. No solo crecen pequeños nódulos, sino también tumores más agresivos que se diseminan a otros órganos.
Entre los factores de riesgo se incluyen la obesidad, la hormona estimulante de la tiroides (TSH) elevada, la inflamación y la resistencia a la insulina. Las personas con un IMC alto tienen un 50 % más de probabilidades de desarrollar cáncer de tiroides. Otras posibles causas son la exposición a productos químicos domésticos, pesticidas, radiación médica procedente de tomografías computarizadas y radiografías, y la presencia de ciertos oligoelementos en el suelo y el agua.
Así pues, el aumento del cáncer de tiroides es un fenómeno multifactorial en el que interactúan la genética, el metabolismo, la nutrición, el entorno y las influencias hormonales.

