Un equipo internacional de investigadores ha desarrollado una nueva prueba que puede identificar a los niños con mayor riesgo genético de tener sobrepeso a una edad temprana, dando potencialmente a los padres más tiempo para ayudar a sus hijos a desarrollar hábitos saludables de alimentación y ejercicio.
Cómo funciona la prueba
El método se llama puntuación poligénica (PGS) y combina cientos de miles de variaciones genéticas para predecir la probabilidad de tener un índice de masa corporal (IMC) alto en el futuro.
"Lo que hace que este indicador sea tan poderoso es su capacidad de predecir, ya a los cinco años de edad, si un niño tiene probabilidades de tener sobrepeso en la edad adulta, mucho antes de que otros factores influyan en su peso", explica el epidemiólogo genético Roelof Smith de la Universidad de Copenhague.
La prueba fue el doble de precisa que métodos similares anteriores. Para crearla, los científicos utilizaron datos genéticos de más de 5,1 millones de personas.
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En niños de 5 años, el PGS explicó el 35% de la diferencia en el IMC a los 18 años.
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En adultos de ascendencia europea, la precisión fue del 17,6%.
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En algunos grupos, como los ugandeses rurales, la precisión fue mucho menor: 2,2%.
Esto se debe a que las bases de datos contienen significativamente más representantes de las poblaciones europeas, mientras que las poblaciones africanas tienen una mayor diversidad genética y están menos representadas en los estudios.
El estudio también encontró que los participantes con una fuerte predisposición genética a un IMC alto perdieron más peso en el primer año de los programas de pérdida de peso, aunque tenían más probabilidades de recuperarlo más tarde, lo que sugiere que incluso con una fuerte predisposición genética, el estilo de vida y los factores de comportamiento siguen siendo cruciales.
"Nuestros resultados refutan la idea de que la genética lo determina todo y es inmutable", señalan los autores.
Según los científicos, la identificación temprana del riesgo permite a los padres y médicos implementar más rápidamente medidas preventivas: nutrición saludable, actividad física y otros hábitos saludables.
"Esta nueva puntuación poligénica mejora significativamente la predicción y nos acerca a pruebas genéticas clínicamente útiles", añade la profesora Ruth Loos de la Universidad de Copenhague.