A medida que envejecemos, todos enfrentamos ciertos problemas de memoria: a veces es difícil recordar el nombre del perro del vecino o el título de nuestra película favorita. Esto es un proceso normal, explican los expertos, porque a partir de los 30 años, el cerebro comienza a reducirse gradualmente y la velocidad de procesamiento de la información disminuye.
Como señaló la neuropsicóloga Elise Caccappolo, estos cambios no suelen ser motivo de preocupación. Sin embargo, a veces los síntomas superan la norma para la edad; en ese caso, hablamos de demencia.
Según el experto, la principal diferencia entre el olvido común y la enfermedad radica en la frecuencia y la sistematicidad de las manifestaciones . Si los problemas de memoria u orientación empiezan a afectar la vida cotidiana, es una señal grave.
Los principales signos de demencia incluyen:
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pérdida permanente de la capacidad de recordar información nueva;
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dificultades para administrar las finanzas y completar tareas abstractas;
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desorientación incluso en lugares familiares;
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confusión con el tiempo, la estación o incluso el año;
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problemas con la visión, la distancia y la percepción del color;
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incapacidad para encontrar las palabras adecuadas o frases completas;
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Perder cosas constantemente sin poder recordar dónde pueden estar.
Los expertos enfatizan que olvidar las llaves o el nombre de un amigo es normal. Sin embargo, cuando los síntomas se vuelven sistémicos, se debe consultar a un médico. Un diagnóstico oportuno ayudará a iniciar el tratamiento y a mantener la calidad de vida.