China está bloqueando cada vez más el suministro de componentes electrónicos necesarios para la fabricación de drones ucranianos. Pekín impone estrictas restricciones a la exportación, incluyendo la imposibilidad de transitar por los países bálticos y Polonia, ante el temor de que los productos terminen llegando a Ucrania.
Según ntv.de, esta política complica significativamente el trabajo de la industria de defensa ucraniana, que depende en gran medida de componentes chinos: motores, baterías y controladores de vuelo. Estas piezas son clave para la producción de vehículos aéreos no tripulados (VANT), que se han convertido en uno de los eslabones de defensa más eficaces en la guerra con Rusia.
El analista militar de la Bundeswehr, Hendrik Remmel, cree que son los ataques con drones ucranianos en la retaguardia enemiga los que ejercen una fuerte presión psicológica, económica y política sobre Rusia. Según él, la estrategia de ataques de largo alcance está dando resultados gradualmente.
Yuriy Lomikovskiy, cofundador de la red de empresas de defensa Iron, señala que el mercado ucraniano de tecnología de defensa se estima entre 35 y 40 mil millones de dólares estadounidenses, pero la producción nacional actualmente solo cubre alrededor del 40% de las necesidades. El resto depende de las importaciones, principalmente chinas.
“China puede suministrar grandes volúmenes de forma rápida y económica”, explica Lomikovsky. “Por lo tanto, las empresas ucranianas se ven obligadas a centrarse en este mercado, incluso a pesar de los riesgos políticos”.
Según él, Ucrania busca actualmente alternativas a través de socios en Europa y Estados Unidos, que cuentan con sus propias instalaciones de producción. Sin embargo, sin inversiones a gran escala y el apoyo de la UE, será difícil crear una base productiva competitiva.
A finales del año pasado, China también redujo la venta de componentes a Estados Unidos y Europa, en el marco de una disputa comercial más amplia entre Pekín y Washington que ha tenido un impacto indirecto en Ucrania. Occidente, a su vez, ha impuesto sanciones a empresas chinas sospechosas de ayudar a Rusia a eludir las restricciones.
A pesar de las afirmaciones de neutralidad de China, la UE cree que continúa suministrando componentes al sector de defensa ruso. Se han encontrado repetidamente componentes de fabricación china en drones y otros equipos rusos.
Lomikowski no descarta que Pekín siga suministrando componentes a ambos bandos de la guerra. «China se está adaptando rápidamente y obteniendo beneficios suministrando piezas a todos», concluyó.
Los expertos instan a la Unión Europea a acelerar la creación de instalaciones de producción conjuntas con Ucrania, ya que cualquier retraso podría resultar costoso en caso de una escalada bélica o una amenaza para los países de la OTAN.

