Los médicos nos recuerdan que el ictus puede ocurrir a cualquier edad, pero el riesgo aumenta drásticamente bajo la influencia de ciertos factores del estilo de vida. Aproximadamente una cuarta parte de los adultos lo sufrirá a lo largo de su vida, pero esto puede evitarse si se cuida la salud.
Los neurólogos han nombrado cinco factores principales que aumentan significativamente la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular:
Enfermedad cardíaca: La fibrilación auricular, los problemas valvulares o la acumulación de placa grasa en los vasos sanguíneos pueden obstruir el flujo sanguíneo al cerebro. La medicación temprana puede ayudar a minimizar estos riesgos.
Hipertensión arterial. La hipertensión no controlada es una de las principales causas de accidente cerebrovascular. Debilita los vasos sanguíneos, provocando su ruptura o la formación de coágulos.
Diabetes. El exceso de glucosa daña las paredes de los vasos sanguíneos, contribuye a la aterosclerosis y al aumento de la presión arterial, creando las condiciones para un desastre cerebral.
Sobrepeso: La obesidad suele ir acompañada de niveles elevados de colesterol y glucosa, que afectan negativamente al corazón y al cerebro.
Fumar. La nicotina eleva la presión arterial y espesa la sangre, lo que aumenta el riesgo de coágulos sanguíneos peligrosos.
Los médicos enfatizan que todos estos factores se pueden controlar. La medicación regular, el control de la presión arterial y el colesterol, una nutrición adecuada, la actividad física y dejar de fumar pueden reducir significativamente la probabilidad de sufrir un accidente cerebrovascular.