Navegar por las redes sociales mientras estás en el baño puede parecer una actividad inofensiva, pero los científicos advierten que puede dañar gravemente tu salud.
Científicos estadounidenses han descubierto que quienes usan el teléfono para ir al baño tienen un 46 % más de probabilidades de sufrir hemorroides. Esta enfermedad se debe a la inflamación de los vasos sanguíneos del recto, lo que causa dolor y molestias.
El estudio, publicado en la revista PLOS One, involucró a 125 personas. Se les preguntó sobre su estilo de vida y hábitos higiénicos, y posteriormente se les realizó una colonoscopia. Se observó que dos tercios de los participantes usaban sus teléfonos inteligentes en el baño, siendo la mayoría jóvenes.
Según los científicos, el problema radica en que las personas pasan más tiempo del necesario en el baño con el teléfono en la mano. Esto genera una presión innecesaria sobre los tejidos y aumenta el riesgo de desarrollar hemorroides.
La autora principal del estudio, la gastroenteróloga Trisha Pasrich, explicó:
«Nuestros resultados respaldan la recomendación de dejar el teléfono inteligente detrás de la puerta del baño. Defecar no debería llevar más que unos minutos.».
Enfatizó que pasar mucho tiempo sentado en el inodoro a menudo no se debe a una cuestión fisiológica, sino a la distracción causada por aplicaciones diseñadas para mantener la atención. Quedarse pegado al teléfono en el inodoro puede tener consecuencias desagradables para la salud.
Los expertos recomiendan no quedarse en el baño más tiempo del necesario y dejar el teléfono en la puerta. Este sencillo consejo puede reducir el riesgo de problemas digestivos y mantener la salud.