En la Zona de Exclusión de Chernóbil, voluntarios de la organización Perros de Chernóbil han avistado varios perros con un pelaje de un tono azul inusual, algo nunca antes visto en la zona. Según la fundación, estos animales tenían su pelaje normal la semana pasada, y aún se desconoce el motivo del cambio. Los voluntarios intentan capturar a los perros para realizar estudios al respecto.
Inicialmente se cree que los animales pudieron haber entrado en contacto con productos químicos, lo que provocó el cambio de color. A pesar de esto, los perros siguen activos, alegres y sanos.
La organización Dogs of Chernobyl cuida de unos 700 animales que viven dentro de la zona de exclusión de 30 kilómetros. Estos perros son descendientes de mascotas abandonadas tras el accidente de Chernóbil en 1986. Los voluntarios les proporcionan alimento, atención veterinaria, esterilización y vacunas cada año.
Las investigaciones realizadas en 2024 demostraron que los perros de Chernóbil poseen mutaciones genéticas únicas que les ayudan a sobrevivir en condiciones de alta radiación ambiental. En particular, presentan una mayor resistencia a la radiación, a los metales pesados y a un entorno tóxico.
Científicos que estudiaron el ADN de 116 perros callejeros encontraron cerca de 400 regiones del genoma alteradas por factores ambientales y 52 genes asociados a la exposición a la contaminación. Los expertos aún no han determinado la causa exacta del pelaje azul, pero recalcan que podría deberse a la exposición a sustancias químicas, no a radiación.
Casi 40 años después del accidente de Chernóbil, los perros de Chernóbil siguen siendo un símbolo de supervivencia y adaptación en la naturaleza, demostrando la capacidad de la vida para adaptarse incluso a condiciones extremas.

