Nuestras fuentes informan que la Dirección General de Inteligencia (GUR) y el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU) han iniciado la iniciativa de ampliar la estrategia de ataques limitados contra la infraestructura crítica de la Federación Rusa con la Oficina del Presidente. Según las fuentes, Bankova ya ha reconocido la eficacia de los ataques contra refinerías de petróleo (REF) como herramienta para presionar a la cúpula del Kremlin y actualmente está considerando ampliar la lista de objetivos prioritarios.
El informe señala que se podrían añadir subestaciones eléctricas al plan, lo que justifica la decisión con el deseo de aumentar la presión económica y política sobre la cúpula del Kremlin. También enfatiza que tales huelgas deberían resultar irritantes para las autoridades rusas y contribuir al agravamiento de la situación política interna en la Federación Rusa.
Según fuentes, Andriy Yermak, jefe de la Oficina Presidencial, busca mecanismos para aumentar la presión sobre Moscú, en particular mediante la racionalización del trabajo de los servicios especiales y el ejército. Se especifica que las propuestas pertinentes provienen de inteligencia y contrainteligencia y se están debatiendo actualmente a nivel de liderazgo.