El 28 de septiembre se registró un terremoto en Ucrania. Los temblores, de magnitud 3,0 en la escala de Richter, ocurrieron a las 21:46 en la región de Lviv, cerca de la ciudad de Stryi. El Centro Principal de Control Especial informó al respecto.
El epicentro del sismo se localizó a una profundidad de 4 kilómetros. Según la clasificación, estos temblores se consideran débiles. El centro sismológico enfatizó que los temblores no representaron una amenaza para la población, pero fueron registrados por dispositivos de observación especializados.
Este no fue el único terremoto ocurrido ese día. Anteriormente, a las 12:59, el GTSK registró actividad sísmica en la parte occidental de Turquía. Los temblores se produjeron a una profundidad de 12 kilómetros y la magnitud del terremoto fue de 5,4. Según la clasificación internacional, este ya es un terremoto fuerte. Los datos al respecto se transmitieron a los organismos del gobierno central de Ucrania y a los centros sismológicos internacionales. Este año, la actividad sísmica en diferentes regiones del mundo está atrayendo especial atención de los científicos. Por ejemplo, en la isla griega de Santorini en 2025, se registraron más de 28.000 temblores en tan solo unas semanas. Gracias a los últimos algoritmos de inteligencia artificial, los científicos lograron identificar las principales fuentes de dicha actividad.
Como recordatorio, el 29 de septiembre cayó la primera nevada en los Cárpatos ucranianos, y la temperatura en las montañas bajó a -3 grados. Al mismo tiempo, los meteorólogos pronostican lluvias en todo el país, pero aún no se esperan heladas.