El 7 de diciembre parece ser un día ajetreado para los ucranianos: el calendario contiene festividades religiosas, estatales, internacionales y folclóricas. Nuestros antepasados ya tenían muchas tradiciones y símbolos antes de esta fecha, y en el mundo moderno se celebran eventos dedicados a profesiones clave y al patrimonio cultural.
Hoy, según el nuevo estilo, los cristianos honran la memoria de Ambrosio de Milán, uno de los escritores eclesiásticos más famosos. Maestros, conferenciantes, formadores y todos aquellos que trabajan en el ámbito educativo tradicionalmente le rezan para pedirle éxito en el trabajo y sabiduría en la mentoría. Según el estilo antiguo, la fecha se asocia con la memoria de la gran mártir Catalina de Alejandría, así como con el Día del Ángel de Catalina.
El mundo celebra el Día de la Aviación Civil Internacional el 7 de diciembre, una festividad profesional para pilotos, auxiliares de vuelo, ingenieros, despachadores y otros profesionales que hacen posible el vuelo. Otros eventos internacionales hoy incluyen el Día del Algodón de Azúcar, el Día de la Carta y el Día del Barroco.
Ucrania celebra oficialmente el Día del Gobierno Local. Los empleados de los consejos locales, aldeanos, municipales y regionales, personas que se dedican a diario al desarrollo comunitario y a la solución de problemas locales, reciben sus felicitaciones. Este día también conmemora una festividad cultural: el Día del Pañuelo Ucraniano. Antiguamente, esta prenda era un símbolo del estatus de la mujer casada, pero ahora se ha convertido en un atributo de la identidad nacional. En muchas ciudades, las niñas y mujeres llevan pañuelos tradicionales, se toman fotos y conservan la antigua técnica de anudarlos.
El calendario popular del 7 de diciembre conservaba muchos signos invernales. Se creía que las fuertes nevadas prometían un diciembre húmedo, las heladas, una Navidad fría, y un cielo despejado anunciaba un invierno riguroso. La lluvia en este día predecía frecuentes deshielos a lo largo del mes. Las tradiciones incluían el inicio de los preparativos para las fiestas de invierno, la revisión de provisiones y el chucrut. Según la tradición, era el Día de Catalina, una festividad femenina, donde las jóvenes se reunían para charlar y hacer conjeturas sobre su prometido.
No hay prohibiciones estrictas en este día, pero se consideraba indeseable estar triste, quejarse de la vida o desearle el mal a los demás; después de todo, los pensamientos negativos pueden "atraer" 40 días de problemas. A las solteras se les aconsejaba no lavarse el cabello para evitar problemas en su vida personal.

