En el segundo trimestre de 2025, los ucranianos redujeron significativamente su demanda de efectivo en moneda extranjera. Según el informe de inflación del Banco Nacional de Ucrania, el volumen de compras netas de efectivo se redujo a 800 millones de dólares, en comparación con los 2800 millones del primer trimestre. En particular, la demanda de dólares en efectivo disminuyó de 1900 millones a 100 millones.
Este es el nivel más bajo de demanda mensual desde octubre de 2023: un promedio de solo $0.3 mil millones en abril-junio de 2025. El NBU explica esta tendencia por varios factores.
En primer lugar, los ucranianos comenzaron a esperar menos una devaluación. Las expectativas sobre el tipo de cambio de los hogares se estabilizaron gracias a la estabilidad de la grivna y al aumento de la rentabilidad de los instrumentos financieros en grivna, en particular los bonos y los depósitos.
En segundo lugar, la confianza en la grivna juega un papel importante: los ucranianos están cada vez más dispuestos a dejar sus ahorros en la moneda nacional, especialmente en condiciones de altos tipos de interés sobre los depósitos y los bonos del Estado.
Sin embargo, en el segmento no monetario del mercado cambiario, la demanda de divisas ha aumentado. Esto puede indicar un aumento en la actividad comercial, la compra de bienes importados o las transacciones relacionadas con la actividad económica exterior.
A pesar de la estabilización actual, las previsiones para el tipo de cambio de la grivna siguen siendo pesimistas. Según los expertos, si la guerra se prolonga, el tipo de cambio podría alcanzar las 43,5 UAH/dólar a finales de 2025 y las 46 UAH/dólar en 2026. Esto se debe a la presión económica general y a la prolongación de las hostilidades.
Así pues, aunque los ucranianos muestran actualmente una menor demanda de efectivo, la situación sigue siendo inestable. Y el dólar, como antes, sigue siendo un indicador de la confianza en la economía, tanto para la población como para las empresas.