Según estudios recientes, sólo un tercio de los refugiados ucranianos sanos en Alemania tienen trabajo, cifra significativamente menor que en Polonia, donde el 78% de los refugiados están empleados o buscan trabajo activamente.
Esta situación llamó la atención del gobierno alemán, y el Canciller Olaf Scholz declaró la importancia de resolver este problema, esbozando planes para alentar a los ucranianos a encontrar empleo o regresar a casa. Durante su visita a Kiev, junto con el presidente Volodymyr Zelenskyi, discutió la creación de un organismo especial para resolver esta cuestión.
A finales de octubre, Alemania era el país de la UE que acogía a más refugiados ucranianos: más de 1,14 millones. Sin embargo, la proporción de quienes trabajan sigue siendo baja: el 30% está trabajando, el mismo número está buscando trabajo y el resto aún no está empleado. En comparación, en Polonia la proporción de refugiados activos supera incluso la cifra entre los ciudadanos del país.
Anteriormente, en agosto-octubre de 2022, solo el 16% de los ucranianos estaban empleados en Alemania. Pero incluso con el crecimiento de esta cifra, los indicadores siguen siendo atípicamente bajos para los ucranianos en Europa.