Oleksandr Tsyvinsky, director de la Oficina de Seguridad Económica de Ucrania, describió las principales "operaciones clandestinas" mediante las cuales el Estado pierde cientos de miles de millones de grivnas cada año. Según él, estas son las áreas que generan los mayores déficits en el presupuesto estatal y siguen representando un grave desafío para la seguridad financiera del país.
Entre las principales pérdidas, Tsyvinsky mencionó la falsificación y el comercio ilegal de productos sujetos a impuestos especiales. Según estimaciones preliminares, estas operaciones cuestan al presupuesto más de 50 000 millones de grivnas al año. Aún más importantes son las infracciones de las regulaciones aduaneras, las operaciones clandestinas de exportación e importación y el contrabando: hablamos de aproximadamente 150 000 millones de grivnas al año.
Un nicho aparte lo ocupan las actividades de los centros de conversión y tránsito, que, según estimaciones del BEB, cuestan al presupuesto entre 40 000 y 50 000 millones de grivnas anuales. Las mayores pérdidas se asocian a la evasión fiscal en el ámbito de la remuneración laboral. El uso de salarios "en sobres" y la participación de empresarios individuales como herramienta para minimizar los impuestos, según diversas estimaciones, genera pérdidas de entre 250 000 y 300 000 millones de grivnas.
Tsyvinsky enfatizó que estas cantidades son aproximadas, ya que es extremadamente difícil calcular con precisión lo que está oculto. Al mismo tiempo, la magnitud del problema indica que una parte significativa de los fondos que podrían destinarse a la economía y la defensa simplemente no alcanza el presupuesto.
El jefe del BEB enfatizó que la tarea de la oficina, en estrecha cooperación con otros organismos policiales y reguladores, es sacar gradualmente estos cientos de miles de millones de grivnas de las sombras y garantizar su recepción en el tesoro estatal.
En concreto, destacó la diferencia entre las tramas de corrupción visibles y la llamada economía sumergida latente. Según él, los periodistas de investigación y las fuerzas del orden han aprendido a controlar el uso de los fondos presupuestarios con bastante eficacia, sobre todo en el ámbito de la contratación pública, cuando los precios inflados se hacen evidentes para la sociedad.
Al mismo tiempo, las mayores pérdidas suelen pasar desapercibidas, ya que no se trata del robo de fondos ya asignados, sino de dinero que no llegó al presupuesto. Según Tsyvinsky, es con estos esquemas "invisibles" con los que resulta más difícil trabajar, pero a la vez, con los más importantes.

