Desde el comienzo de la agresión a gran escala de Rusia, la movilización ha afectado gravemente a la economía ucraniana, provocando una reducción significativa de la fuerza laboral. El número de trabajadores disponibles disminuyó un 27%.
La escasez de mano de obra se está convirtiendo en uno de los principales desafíos para las empresas, y los esfuerzos de las empresas por contratar nuevos empleados han aumentado significativamente.
Kiev está tratando de compensar las pérdidas causadas por la huida de millones de personas o su incorporación al ejército, así como la pérdida de vidas. Parte de la población masculina se trasladó al sector paralelo, evitando la movilización, lo que sólo agrava la escasez de personal.
Según el informe del Banco Nacional de Ucrania, en 2023 la población activa disminuyó casi una cuarta parte en comparación con 2021. Las principales pérdidas están relacionadas con la emigración y factores demográficos, incluida la ocupación y la transición de parte de la población a la condición de personas económicamente inactivas.
La legislación permite a las empresas clave reservar hasta el 50% de sus empleados varones que potencialmente podrían ser movilizados, pero esto no soluciona completamente el problema. Según representantes del Ministerio de Política Social, esta situación afectará inevitablemente en el futuro a los pagos de pensiones, lo que indica la necesidad de que los ciudadanos acumulen fondos para la vejez de forma independiente.