Ucrania enfrenta crecientes dificultades para atraer nuevos combatientes para reponer el ejército. El intento de Kiev de mantener sus posiciones defensivas en medio del avance activo de las tropas rusas obliga a las autoridades a recurrir a medidas de movilización más duras. Según The Wall Street Journal , el país ha iniciado controles en lugares concurridos, incluidas salas de conciertos, tiendas de lujo y cafés populares, para encontrar reclutas y llamar para solicitar servicio.
Las redadas de movilización provocan reacciones contradictorias entre la población. Algunos ciudadanos apoyan este tipo de medidas, considerándolas un paso necesario para garantizar la equidad en el premio. Maxim Zhorin, subcomandante de la 3.ª Brigada de Asalto Aerotransportado de las Fuerzas Armadas de Ucrania, señala: "La movilización justa es cuando se recluta gente no sólo de las aldeas, sino también de las ciudades". Sin embargo, tales acciones también causan indignación, especialmente entre aquellos que creen que las personas poderosas a menudo evitan el servicio militar obligatorio gracias a esquemas de corrupción.
Debido a que algunas personas influyentes evitan el servicio militar obligatorio, la tensión en la sociedad aumenta. Los escándalos relacionados con la evasión de servicios a cambio de sobornos aumentaron la presión sobre el presidente Zelenskyi, quien disolvió las comisiones médicas y comenzó a auditar las empresas que reservaban a los trabajadores de la movilización.
Reducción del número de movilizados
El reabastecimiento del ejército ucraniano se ha vuelto problemático debido a las importantes pérdidas en el frente, especialmente después de la ofensiva del año pasado. Según Vasyl Rumak, representante de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el número de reclutas ha disminuido a 20.000 por mes y la edad de reclutamiento está disminuyendo gradualmente. Los aliados occidentales también insinúan la necesidad de reducir las barreras de edad, pero esto sólo agrava los problemas demográficos y genera preocupación sobre el futuro del país.
Ucrania también enfrentó el problema de la formación insuficiente de nuevos soldados. En los centros de formación, los instructores notan una falta de espíritu de lucha entre los recién llegados. "El mayor desafío es cambiar su forma de pensar", dice el instructor apodado "Fury". El período de entrenamiento se amplió de un mes a seis semanas para que los reclutas pudieran prepararse mejor para las condiciones reales de combate.
La tarea de fortalecer el ejército adquirió un carácter tanto militar como político. El soldado Serhiy Hniezdilov, que pidió justicia en la movilización, señaló: "Cuando todos los ciudadanos sientan la misma responsabilidad por el país, tal vez algo cambie". Al mismo tiempo, el ejército ucraniano continúa fortaleciendo sus fuerzas en el frente, esperando el apoyo de los aliados occidentales.
¿Habrá suficientes recursos humanos para el frente?
En condiciones en las que la mayoría de los que están dispuestos a servir ya están en el frente, dotar al ejército de nuevas fuerzas se convierte en una tarea extremadamente difícil. Hasta ahora sólo se han completado cuatro de las 14 brigadas necesarias para el avance, lo que afecta significativamente el curso de las hostilidades. En medio de un amargo enfrentamiento en el este, las fuerzas rusas siguen disfrutando de una ventaja numérica, mientras que Ucrania está haciendo todo lo posible para atraer más apoyo occidental.