El gobierno aconseja cuidadosamente a los ucranianos que vayan a pasar el invierno a las aldeas donde hay leña y la oportunidad de calentarse, no por casualidad. Existe la posibilidad de que, debido a la escasez de electricidad, los ucranianos se queden sin electricidad, calefacción ni agua. Esta posición fue apoyada por la embajadora de la UE en Ucrania, Katarina Maternova, así como por funcionarios y expertos ucranianos. Recientemente, los daños causados a las centrales eléctricas han aumentado significativamente, lo que dificulta restablecer su funcionamiento.
Antes del comienzo del conflicto, Ucrania era uno de los mayores productores de electricidad de Europa, pero ahora queda mucha menos capacidad. Esto crea el peligro de un suministro insuficiente de calor en invierno, incluso con la ya importante reducción del consumo debido al cierre de muchas empresas.
Los recientes bombardeos han dañado la infraestructura utilizada para almacenar gas, lo que podría afectar la capacidad de Ucrania para suministrar gas a Europa. A pesar de las declaraciones de las autoridades sobre la posibilidad de "saltarse" el invierno gracias al aumento de las importaciones de electricidad de Moldavia, las limitaciones técnicas y las dificultades financieras pueden complicar este proceso.
La introducción de plantas para la generación de electricidad a partir de gas natural ucraniano en Moldavia puede ayudar a aumentar el volumen de las importaciones de electricidad a Ucrania, lo que se espera proporcione al país recursos suficientes para el invierno.