Mientras que el ejército ucraniano restringe al enemigo en el frente, algunos funcionarios en la parte trasera no solo se manejan, sino que también enmascaran cuidadosamente la riqueza a través de parientes. Es este caso el que se convirtió en objeto de investigación conjunta de la SBU y NAPC, y ahora ha sido transferido oficialmente a la corte.
Se trata del jefe del Centro Comercial del Distrito de Buchansky y JV Leonid Podochko. Está acusado de enriquecimiento ilegal por un monto de más de UAH 21 millones.
Según NAPC, en 2022–2024, él y su entorno cercano adquirieron propiedades y efectivo, cuya legalidad no pudo justificar.
Qué compró exactamente el oficial:
-
Edificio residencial en Bucha - UAH 1.9 millones;
-
dos tramas de tierras - 436 mil 387 mil UAH;
-
Casa inacabada en una de las parcelas: el costo de construcción de más de UAH 1.2 millones;
-
Efectivo - UAH 14.46 millones (equivalente a $ 350 mil), incautado durante las búsquedas.
Además, se han emitido varios activos a través de seres queridos:
-
La madre se convirtió en la dueña del apartamento en Bucha, comprada por casi UAH 1.4 millones. En el momento del registro, estaba en una región de Luhansk ocupada temporalmente, y luego se fue a la UE. El acuerdo se concluyó debido al poder notarial, que actuó la esposa del oficial;
-
En 2023, la madre de la madre se convirtió en propietaria de dos autos: Toyota Corolla (2023) y Seat Leon (2019). Uno de los autos fue comprado a un precio claro: solo UAH 149 mil en lugar de más de un millón.
La esencia del esquema.
El caso fue calificado en virtud del artículo 368-5 del enriquecimiento del código penal-ilegal. La investigación cree que:
-
La adquisición de propiedad se llevó a cabo a expensas de los ingresos, cuyo origen no fue confirmado;
-
Algunos de los acuerdos fueron emitidos a través de familiares, en particular en territorios ocupados temporalmente;
-
Se utilizaron valor fijo y poder notarial.
NAPC enfatiza que el Podchko no pudo proporcionar ninguna confirmación documental de fuentes de financiación. De hecho, todas las propiedades reveladas son activos irrazonables que caen bajo las señales de un delito penal.
Que amenaza
En caso de culpa, el oficial amenaza:
-
De cinco a diez años de prisión,
-
con confiscación de la propiedad,
-
Con la prohibición de ocupar un cargo público hasta tres años.
Esta historia es otro recordatorio de que incluso durante la guerra, el control sobre las estructuras militares no debería ser una formalidad, sino una herramienta real para combatir la corrupción.