El diputado popular Yaroslav Zhelezniak se encontró en el epicentro del escándalo después de que los ministerios y las empresas energéticas lo acusaran de difundir información falsa. Los primeros en llamar la atención sobre esto fueron los representantes del Ministerio de Energía y Ukrenergo, quienes refutaron las declaraciones del político sobre el estado de los proyectos energéticos en Ucrania.
El 16 de enero, Zheleznyak afirmó que la empresa Ukrenergo había conectado a la red sólo una parte de la capacidad de generación de gas prometida: sólo 168 MW de los 1.000 MW prometidos. En respuesta, "Ukrenergo" negó estos datos, afirmando que la información es falsa. Un día antes, el 15 de enero, el diputado acusó al Ministerio de Energía de intentar aumentar las tarifas debido a la finalización de la central nuclear de Khmelnytsky, lo que también fue negado.
Y aunque estas acusaciones provocaron una fuerte reacción en los círculos energéticos, en el partido "Voice" se rumorea desde hace mucho tiempo sobre las ambiciones de Zheleznyak de convertirse en el jefe de "Ukrenergo". Varios colegas del parlamentario señalan que sus intereses en la energía no son casuales y que le prometieron un alto puesto en uno de los consejos de supervisión de las empresas energéticas apoyadas por socios occidentales.
El escándalo ha hecho que muchos se pregunten si las falsas declaraciones de Zheleznyak forman parte de una estrategia política para lograr sus ambiciones en el frente energético tras un posible cambio de poder en Ucrania.