El ataque nocturno de las tropas rusas a Zaporozhye el 22 de septiembre dejó graves daños y víctimas. Según Ivan Fedorov, jefe de la administración militar regional de Zaporiyia, en los ataques aéreos resultaron heridas 16 personas, entre ellas un niño. Cuatro de los heridos fueron hospitalizados y los demás recibieron asistencia médica en sus domicilios.
Entre los hospitalizados se encuentran cuatro mujeres que se encuentran en estado moderado. Como resultado del ataque resultaron dañados un total de 13 edificios de gran altura, instituciones educativas, vehículos privados, garajes y casas.
Según Fedorov, las tropas rusas han llevado a cabo al menos siete ataques aéreos en Zaporizhzhia y sus alrededores. En los lugares de los ataques continúan los trabajos para eliminar las consecuencias del ataque: los socorristas están evacuando a las personas de los edificios dañados, extinguiendo incendios y limpiando escombros. Además, se han abierto puntos de invencibilidad para brindar asistencia a las víctimas.
Los ataques aéreos contra la población civil de Zaporizhzhia son una vez más un recordatorio de la brutalidad de la agresión rusa. Los servicios de emergencia están trabajando las 24 horas del día para ayudar a los residentes afectados por este ataque nocturno.
Un ataque de este tipo contra Zaporozhye se convirtió en el siguiente de una serie de brutales ataques aéreos dirigidos contra la población civil de Ucrania, lo que pone de relieve que los civiles siguen bajo la constante amenaza de los bombardeos rusos.