En su informe sobre la inflación, el Banco Nacional de Ucrania predice que en los próximos años los ucranianos seguirán emigrando al extranjero. Los expertos del BNU esperan que en 2024 el número de inmigrantes llegue a unas 400.000 personas, y en 2025 a unas 300.000. Estas cifras son algo más pesimistas en comparación con estimaciones anteriores, debido al impacto negativo en la situación de los cortes de energía prolongados y los problemas con la temporada de calefacción.
Según los expertos, la destrucción del sistema energético de Ucrania empeoró significativamente las condiciones económicas del país, lo que provoca una disminución de la actividad productiva y un aumento del desempleo, lo que, a su vez, empuja a la gente a migrar.
El BNU señala también que la situación económica no se estabilizará en un futuro próximo debido a los elevados riesgos y peligros. Se espera que el retorno neto de los ucranianos no comience hasta 2026, cuando unas 400.000 personas puedan regresar al país. Esto se debe a la adaptación de los inmigrantes a una nueva vida y a la continuación de las difíciles condiciones en Ucrania, en particular, los problemas con el suministro de electricidad.
En cuanto a la situación demográfica, el periodista y abogado de inmigración Andy Semotyuk expresó anteriormente su temor de que hasta 20 millones de ciudadanos puedan abandonar Ucrania si gana Putin. También enfatizó que una guerra fría prolongada con Rusia podría costarle a Estados Unidos alrededor de 4 billones de dólares.