Ucrania sufre una escasez de proyectiles de artillería y misiles antiaéreos para defender sus ciudades de los ataques rusos, y la situación en el frente se está volviendo cada vez más grave.
Públicamente, los funcionarios ucranianos dicen que continuarán luchando contra los rusos, incluso si sus aliados no los apoyan.
Sin embargo, según funcionarios occidentales familiarizados con las discusiones y que pidieron el anonimato, la situación en el frente está empeorando y las Fuerzas Armadas de Ucrania apenas pueden contener a las tropas rusas.
Las recientes oleadas de ataques con misiles rusos han cobrado decenas de vidas en Kiev y otras ciudades porque los sistemas de defensa aérea ucranianos, que dependen en gran medida de interceptores costosos proporcionados por los aliados, no han podido destruir tantas armas como en el pasado, según un diplomático europeo.
Los combates se han convertido en una guerra de trincheras con drones, lo que deja pocas posibilidades de que ambos bandos “tomen al otro por sorpresa”.
Pero para mantener una “defensa activa”, como se denomina a este enfoque, Ucrania necesita suministros constantes de proyectiles de artillería y otras municiones, que los aliados tienen dificultades para proporcionar.

