Muchos están familiarizados con la situación cuando de repente se despiertas en medio de la noche; parece que quieres el baño, beber agua o incluso comer algo. Sin embargo, los sonólogos advierten: Night Rises puede interferir seriamente con la calidad del sueño y nuestro bienestar general.
Durante el sueño, el cuerpo entra en el modo de ralentizar todos los procesos de la vida: el pulso disminuye, la respiración se vuelve igual y el cerebro se recupera después de un día activo. Incluso si una persona se despertó, el cuerpo todavía está en reposo. En este punto, la frecuencia cardíaca es de aproximadamente 60 latidos por minuto.
Pero solo es necesario salir de la cama: la frecuencia cardíaca aumenta inmediatamente en 5-10 latidos. Si también enciende la luz, el cuerpo lo percibe como una señal para despertar y comienza a comenzar el modo diario. Volver a la fase profunda del sueño puede volverse problemático: el proceso de recuperación se ralentiza y el estado de ánimo y el rendimiento de la mañana pueden verse afectados.
Los expertos aconsejan que si el despertar nocturno no está relacionado con necesidades fisiológicas reales o problemas de salud, es mejor no levantarse. Es suficiente para cambiar la pose, relajarse y darle al cuerpo la oportunidad de volver a dormir. Si todavía tiene, por ejemplo, para visitar el inodoro, es necesario usar trucos simples: no encender la luz brillante o al menos dejar un ojo cerrado. Una manipulación tan pequeña reducirá el estímulo para completar el despertar.
Otro escenario común es la mirada al reloj. Tan pronto como el cerebro comienza a contar, cuántos quedan al despertador, las posibilidades de quedarse dormido se caen rápidamente. Por lo tanto, los expertos recomiendan evitar tal hábito.
La higiene adecuada del sueño, el rechazo de grandes volúmenes de líquido a la hora de acostarse y una atmósfera tranquila por la noche ayudará a reducir la probabilidad de despertar nocturno y mejorar la calidad del descanso.