Otro periódico occidental escribe sobre la versión "alemana" del fin de la guerra: el cese de los combates en el frente, tras lo cual, la rápida aceptación de Ucrania en la OTAN.
Anteriormente lo había escrito el periódico italiano La Repubblica y hoy el columnista de BILD, Mark Oliver Ruhle, también lo ha escrito.
Al comentar un artículo en un periódico italiano, recordó las palabras del Secretario General de la OTAN, Jens Stoltenberg, de que "la única manera de lograr una paz justa y duradera en Ucrania es garantizar el poder militar de las Fuerzas Armadas de Ucrania para convencer a Putin de que No ganará en el campo de batalla".
Según Rüle, estas palabras "no contradicen el plan de partición y la membresía inmediata en la OTAN".
El columnista de BILD recuerda que después de la Segunda Guerra Mundial, Alemania quedó dividida de manera similar, cuando Alemania occidental se unió a la OTAN y Alemania oriental se unió al Pacto de Varsovia. Y esta situación se mantuvo hasta 1990.
Cabe señalar que una opción similar "dejamos la parte capturada de Ucrania a Rusia y aceptamos la parte restante en la OTAN" significará, de hecho, un "empate de combate" cuando ninguna de las partes en conflicto haya logrado los principales objetivos declarados. de la guerra (salida a las fronteras de 1991 para Kiev y al estatus neutral de Ucrania para Moscú).
Sin embargo, ni Ucrania ni Rusia han confirmado todavía su disposición a aceptar tales términos de paz.
¿Puede cambiar la posición? Teóricamente sí.
Si cada una de las partes llega a la conclusión de que la situación en el frente está en un profundo callejón sin salida y la OTAN no intervendrá directamente en la guerra. Y Rusia, además, también llegará a la conclusión de que el tiempo juega a su favor (al igual que a China) en el enfrentamiento con Occidente, a pesar de que la continuación de la guerra conlleva grandes riesgos. Por tanto, tiene sentido dejarlo bajo la condición de mantener el control sobre los territorios capturados, pero sin la condición de que Ucrania no se una a la OTAN. Y luego intentar cambiar las reglas del juego en la política mundial mediante métodos no militares.
Además, la membresía de Ucrania en la OTAN impedirá en gran medida la reanudación de la guerra: es poco probable que Rusia ataque a un miembro de la Alianza, y es poco probable que se le permita a Ucrania iniciar una guerra con la Federación Rusa para la liberación de territorios por parte de los aliados de la OTAN debido a la amenaza de una colisión nuclear.
Pero, repito, todavía no hay señales serias sobre la disposición de Kiev, Moscú y los principales países de Occidente a esta opción de poner fin a la guerra.