La creencia popular de que la causa principal de la obesidad es la actividad física insuficiente, ha sufrido una revisión seria. El Grupo de Investigación Internacional de Amanda Macgrosky de la Universidad de Duke (EE. UU.) Ha establecido que un factor clave en el aumento de peso global de peso corporal no es un movimiento, sino el consumo de alimentos ultra curados y altos calientes.
La investigación publicada en el autoritativo Científico Journal of PNA ha cubierto a más de 4.200 personas de 34 poblaciones diferentes en seis continentes, desde las tribus de reunir cazadores a residentes de áreas metropolitanas. Se estudiaron indicadores como los costos de energía general y basal, el índice de masa corporal y el nivel de grasa en el cuerpo.
A primera vista, los datos confirmaron una opinión bien establecida: los residentes de los países desarrollados económicamente tenían un mayor peso corporal y niveles de grasa más altos. Sin embargo, después de la corrección de la edad, el género y el tipo de cuerpo, resultó que son físicamente activos, nada menos e incluso más que representantes de las sociedades tradicionales.
Los costos totales de energía casi no tienen ningún efecto sobre el riesgo de obesidad: en solo el 10% de los casos se correlacionan con la acumulación de grasa. Este resultado refuta la idea popular de que "todo está resuelto por el gimnasio".
En cambio, los expertos llaman al consumo excesivo de alimentos ultra procesados: alimentos ricos en azúcar, sal, grasas, sabores y otros potenciadores de sabores. Dichos productos violan las señales naturales, provocando en exceso crónico. Además, el procesamiento tecnológico hace que los alimentos sean fácilmente digeribles y la energía "densa", por lo que el exceso de calorías se acumulan fácilmente.
" La comida moderna cambia nuestro apetito, trabaja contra las señales de saturación y promueve la obesidad incluso a un nivel normal de actividad física ", dijeron los autores del estudio.
La actividad física, a pesar de sus beneficios para el corazón, los vasos sanguíneos, la psique y el metabolismo, no puede contener la epidemia de obesidad de forma independiente si las personas continúan alimentándose de comida rápida, bebidas carbonatadas y productos semi -finales.
Los investigadores instan a los gobiernos y la sociedad:
-
regular la venta de bebidas dulces;
-
Marque el grado de procesamiento de productos;
-
restringir la publicidad alimentos poco saludables;
-
Proporcione acceso a alimentos naturales, especialmente para segmentos vulnerables de la población.
El problema de la obesidad no es solo en un estilo de vida sentado, sino en una industria alimentaria agresiva que nos hace comer más de lo necesario. Para combatir efectivamente la epidemia con sobrepeso, debe cambiar no solo los hábitos, sino también el sistema en sí.