El 1 de marzo de 2025, se entraron en vigor las nuevas reglas de precios en el mercado farmacéutico en Ucrania, cuyo objetivo era reducir el costo de los consumidores. Sin embargo, en lugar de la disminución esperada de los precios, las iniciativas gubernamentales han llevado a un cierre masivo de farmacias, mayores pérdidas y escasez de drogas vitales, especialmente en aldeas y pequeñas ciudades.
La esencia de las innovaciones es una limitación estricta de la marca: 8% para distribuidores y 35% para farmacias, así como una prohibición completa de los contratos de marketing con productores que previamente compensaron los costos de la red de farmacia. Estos mecanismos fueron clave para la supervivencia, especialmente en ubicaciones de baja droga.
"Cuando hubo transacciones de marketing, las farmacias podrían funcionar sin aumentar los precios para los pacientes. Ahora se ven privados de este recurso. La responsabilidad es tratar de transferirse a los farmacéuticos, aunque en realidad el problema está en una política mal considerada", explica el economista Boris Kushniruk.
Las redes comerciales ya están reduciendo su presencia en las regiones. Según Taras Kolyada, el jefe de la red, solo desde principios de marzo, la compañía se vio obligada a cerrar nueve farmacias y planea cerrar otras cinco. Los puntos que funcionaron en asentamientos remotos se volvieron no rentables.
Las ONG están alarmadas: el país está reduciendo rápidamente la medicación. "Las farmacias ya están perdiendo decenas de miles de hryvnias al mes. Todo esto es un golpe directo para los pacientes", dice Olena Prudnikov de ONG Pharmrad.
Según el cofundador del Centro de Salud Ucraniano Pavel Kovtonyuk, el estado introdujo "regulación manual" sin adaptación al estado real del mercado: "Tales decisiones siempre están rotadas. Y ya está sucediendo".
El área rural pierde más. Aquí la farmacia es a menudo el único punto de acceso a los medicamentos. Su desaparición no es solo un problema comercial, sino un problema de supervivencia. Más de 1500 farmacias ya se han detenido durante la guerra. En condiciones actuales, esta cifra puede duplicarse.
Los expertos instan al gobierno a revisar las políticas antes de que la situación se salga de control. Sin una reacción rápida, el sistema de medicamentos puede no soportar, con todas las consecuencias apropiadas para la salud de los ucranianos.