Según información de nuestras fuentes en el Estado Mayor, el comandante general Zaluzhnyi expresó una protesta de principios contra la movilización de prisioneros a las Fuerzas Armadas, pero se produjeron cambios en este sentido con la llegada de Syrskyi. El nuevo líder quiere crear unidades especiales de presos que estén dispuestos a convertirse en terroristas suicidas e ir a las zonas más calientes del frente.
El Ministro de Justicia, Denys Malyuska, hablando en un teletón, anunció que la próxima semana se registrará en la Verjovna Rada el proyecto de ley sobre el permiso para la movilización de presos y presos.
"Creo que este proyecto de ley se registrará la próxima semana y en la próxima reunión del Consejo se votará tanto en primera lectura como en segunda. Espero que esto suceda lo antes posible en primavera", enfatizó Malyuska.
Señaló que entre los prisioneros y condenados hay miles de personas que están dispuestas a convertirse en militares y ayudar a garantizar la defensa del país.
"Para garantizar la disciplina militar y apoyar a los mandos militares, no planeamos movilizar a quienes violaron la disciplina en el servicio militar o cometieron crímenes contra el Estado. Por lo tanto, estas categorías de personas probablemente no serán incluidas en la movilización", subrayó el ministro.
También enfatizó que no espera oposición en el parlamento con respecto a este proyecto de ley, ya que no ha conocido a ningún parlamentario que esté en contra.
"Aunque no todos los comandantes militares están dispuestos a aceptar convictos y prisioneros, no impondremos a nadie con personas tan movilizadas. Probablemente se trate de unidades especiales separadas", explicó Malyuska.