Ucrania recibe el Año Nuevo con sonidos de sirenas y explosiones. En la noche del 31 de diciembre de 2024, los invasores rusos atacaron una vez más ciudades pacíficas utilizando drones kamikazes y creando una amenaza balística. Estas acciones se explican no sólo por la estrategia militar, sino también por intentos de presión psicológica.
El experto militar Pavlo Narozhny señaló que la elección de las fechas de los ataques no fue casual. Rusia tradicionalmente concede gran importancia a las fechas simbólicas y el 1 de enero no es una excepción. "Esto se hace precisamente con la intimidación de la población civil para estropear las vacaciones", señaló el experto.
Según información oficial:
- En la noche del 31 de diciembre, los rusos lanzaron un UAV de ataque del tipo Shahed.
- A las 03:00 horas apareció una amenaza adicional de misiles balísticos.
- La alarma aérea cubrió toda Ucrania en la mañana del 31 de diciembre.
Los ataques enemigos se llevaron a cabo en Kiev, donde el sistema antiaéreo funcionó eficazmente. Hasta el momento no se han registrado víctimas civiles en la capital, pero la situación es más complicada en otras regiones.
En la ciudad de Shostka, región de Sumy, fueron atacados edificios de gran altura, instituciones educativas e instalaciones sociales. El jefe de la comunidad, Mykola Noga, informó de daños importantes: 12 edificios de gran altura y dos instituciones educativas fueron destruidos.
¿Por qué los rusos atacan en días festivos?
Los ataques rusos en la víspera de Año Nuevo no son sólo un intento de infligir daño físico, sino también presión psicológica a los ucranianos. Rusia está intentando crear una atmósfera de miedo y desestabilización. Como señaló Pavlo Narozhny, tales acciones tienen como objetivo garantizar que los ucranianos no se sientan cómodos ni siquiera en los días que simbolizan esperanza y nuevos comienzos.
A pesar de todo, los ucranianos demuestran resiliencia y fortaleza. Después de los ataques, el país recupera rápidamente los objetos dañados y la población se apoya mutuamente en los tiempos difíciles.
Este Año Nuevo demuestra una vez más que el enemigo puede intentar destruir el ambiente festivo, pero no puede quebrar el espíritu del pueblo que eligió la libertad y la dignidad.