Un incidente desagradable ocurrió durante el partido de la Serie A italiana entre el Inter de Milán y la Fiorentina. El jugador de la Fiorentina, el italiano Edoardo Bove, sufrió un ataque epiléptico que le provocó un paro cardíaco temporal.
Ayer, 1 de diciembre, en el marco de la jornada 14 de la Serie A, el Inter de Milán visitó a la Fiorentina florentina. En el minuto 14 del partido, el delantero del "Inter" Lautaro Martínez abrió el marcador del partido, pero el árbitro lateral levantó el banderín porque el balón salió fuera del campo.
Mientras el árbitro principal seguía el episodio en el sistema VAR, al otro lado del campo, el extremo de la "Fiorentina" Edoardo Bove cayó al césped entre convulsiones. Los jugadores del Inter se dieron cuenta de inmediato y comenzaron a pedir ayuda a los médicos.
El partido fue inmediatamente suspendido.
La agencia ANSA informó que un ataque epiléptico provocó un paro cardíaco temporal en Edoardo Bove.
Al mismo tiempo, el servicio de prensa de la "Fiorentina" informó que Bove se encontraba bajo sedación farmacológica y hospitalizado en la unidad de cuidados intensivos.
El club dijo más tarde que Beauvais fue llevado a la sala de emergencias en una condición hemodinámica estable, y que las pruebas cardíacas y neurológicas iniciales descartaron afectación aguda del sistema nervioso central y cardiorrespiratoria.
Será reevaluado en las próximas 24 horas. El periodista Gianluca Di Marzio informa que Beauvais está consciente y responde a las preguntas. Esta mañana, el futbolista fue extubado y actualmente respira sin ayuda de tubos.
El partido finalizó en el minuto 17 y se jugará más tarde.
Edoardo Bove, de 22 años, que juega en la Fiorentina, pertenece a la Roma, donde juega el delantero ucraniano Artem Dovbyk.
En junio de este año, Bove pasó cedido a la Fiorentina, donde jugará hasta agosto de 2025.
Dovbyk reaccionó al espeluznante episodio en Instagram.
En la actual campaña de la Serie A, Bove jugó 12 partidos para los "violetas", en los que marcó un gol y dio dos asistencias. El valor de la transferencia del jugador se estima en 13,9 millones de dólares.