El operador estatal de la parte trasera del Ministerio de Defensa ha concluido un nuevo contrato con la compañía "TEMP-3000" para el suministro de 20 mil cascos de combate por valor de UAH 163.2 millones. Y aunque el precio de un casco "CAPKA-2M" permaneció en el nivel de 8 160 UAH ($ 194), y las condiciones de la licitación de la oferta estándar, la pregunta principal sigue sin cambios: ¿por qué solo una compañía solo una compañía "temp-3000"?
En el sistema de contratación pública, la licitación terminó de la misma manera que muchos anteriores: la victoria automática de un solo participante. Los últimos dos proveedores se reunieron en la subasta en mayo de 2024. Desde entonces, TEMP-3000 ha recibido invariablemente contratos sin competencia. E incluso los requisitos relativamente simples, la experiencia de cumplir un contrato similar en el 30% del valor de compra y los ingresos correspondientes para 2024, no alientan a otros jugadores a ingresar al mercado.
TEMP-3000, que tiene el nombre completo de LLC "TEMP-3000", es bien conocido en el sector de defensa. Es un gran grupo de 18 entidades legales bajo la marca del mismo nombre. Formalmente, los propietarios son el fondo de riesgo "Economía" (50%) de Stanislav Lesnikov y Yuriy Yevtushenko (50%).
Y el nombre de Lesnikov se encuentra entre los que a menudo se encuentran en investigaciones. En 2024, la SBU lo declaró oficialmente una sospecha de una influencia en la sombra en los flujos financieros de Ucrzaliznytsia durante Poroshenko y Avakov.
Además, la compañía ha aparecido repetidamente en los procedimientos penales debido al suministro de chalecos balas de calidad que no pasaron pruebas balísticas. Sin embargo, estos episodios no han impedido que el TEM-3000 de 2016 gane licitaciones estatales por un total de casi 10 mil millones.
Formalmente, no hay monopolio: la participación en las licitaciones está abierta a todos. Pero, de hecho, solo TEMP-3000 recibe sistemáticamente órdenes de equipo de protección personal, armadura y cascos para el ejército. Otros jugadores no están permitidos o no se sirven en absoluto.
Como resultado, el estado paga fondos considerables sin confianza en la competitividad del precio. En el contexto de la guerra larga, la alta demanda y el presupuesto acortado, esta práctica parece al menos arriesgada.